Tres «por qué» del Marzo Paraguayo
Pasan los años y es necesario recordar a los conciudadanos hechos que nunca se debieran de olvidar. Uno de ellos es el llamado “Marzo Paraguayo”. Sobre esto, voy a responder hoy a tres preguntas.
Primero, ¿por qué fue el Marzo Paraguayo?
Comenzó el lunes 22 de marzo de 1999 y el detonante de esta gesta que duró hasta el domingo 28, aquel año Domingo de Ramos, fue doble.
Por una parte, el resentimiento creciente en el Pueblo porque Cubas era un Presidente débil, que cedía ante las presiones de Lino Oviedo. Presiones que podrían desembocar en un gobierno dictatorial de este personaje.
Por otra, un grupo de 10 jóvenes de todos los partidos políticos, que comprendieron este peligro y reaccionaron.
Segundo, ¿por qué ocurrió el Marzo Paraguayo en la Plaza?
Llamamos Plaza a las tres plazas, que van desde la Catedral hasta el actual palacio del Congreso.
Ocurrió en la Plaza, porque el Senado tenía su sede entonces en el Cabildo. Y allí se estaba celebrando el Juicio Político contra el Presidente Cubas, a petición de la Cámara de Diputados.
No queríamos más dictaduras y tomamos la Plaza para que los partidarios de Lino Oviedo no la tomaran e impidieran por la violencia el trabajo de los senadores.
La reacción de los oviedistas fue atacarnos, primero, con cohetes y luego a tiros, ayudados por la policía, la policía montada, la FOPE, los carros hidrantes. Resultado: 8 muertos, 60 heridos de bala y más de quinientos heridos o golpeados que fueron a los hospitales.
Tercero, ¿por qué el viernes 26, de madrugada, nos retiramos de la Plaza y nos quedamos delante de la Catedral solamente?
Porque el costo humano en muertos y heridos ya era demasiado. A mí me tocó proponerlo a los jóvenes y campesinos. No fue fácil. Pero, dieron una gran señal de sentido común al aceptarlo.
MOMENTOS DECISIVOS EN EL MARZO PARAGUAYO
Diez jóvenes con un centenar de personas fueron a manifestarse ante la casa de Gobierno. La policía con la policía montada los reprimió por la calle el Paraguayo Independiente. Allí les esperábamos centenares de personas. Y estalló el Marzo Paraguayo.
Al principio, la Plaza estaba llena de campesinos, que nos impidieron entrar en ella. En la madrugada hubo un acuerdo entre ellos y nosotros.
El asesinato al día siguiente del Vicepresidente Argaña influyó también, pero no fue decisivo. Nos mostró solamente que los oviedistas estaban dispuestos a matar, como hicieron luego.
El jueves por la noche la Plaza estaba solamente defendida por apenas un centenar. Los campesinos se habían ido a dormir a la Catedral o a la plaza de la Democracia.
Los oviedistas quisieron aprovechar esos momentos para ocupar la Plaza. Avisamos a los campesinos que volvieron corriendo, despejando el lugar.
El último intento fue el viernes 26, verdadero viernes de dolores, pero la reacción unida, una vez más, de campesinos y jóvenes los frenó. Así perdieron totalmente la Plaza. Y comenzó la balacera desde pisos del Zodiaco o de los techos del Correo. Mataron a 7 jóvenes e hirieron de bala a 60. Uno de ellos, meses después, moriría también.
Ya de noche, con las tanquetas del ejército a una cuadra, fue la celebración de la misa. La comencé dispuesto a prologarla todo lo posible en medio de una gran multitud. Estaba convencido de que no se atreverían a atacarnos en un acto religioso. Y no se movieron. Aquello nos dio fuerza a todos.
De madrugada nos retiramos hasta la catedral para evitar más muertes, dejando la Plaza clausurada con un cerco del ejército, del que no nos fiábamos, y otro más cercano a nosotros de la marina.
El último recuerdo la victoria del Domingo de noche: Cubas huía a Brasil y Oviedo a Argentina.
EL MARTES 26 A LAS 19 HORAS NOS REUNIREMOS DELANTE DEL CABILDO PARA RECORDAR A NUESTROS JOVENES QUE MURIERON. ESTARÁN TAMBIEN SUS FAMILIARES. ES UNA ORACIÓN Y UNA SERENATA QUE TODOS LOS AÑOS PREPARAMOS.